Como dice el dicho: “más vale pájaro en la mano, que cien volando”, pero para nuestra historia es mejor: Vale pájaro en la jaula, que salir a recorrer los techos de la población.

Detective Bisagra

Recuerdas cuando tenías que usar la jugada de escape por el segundo piso para no ser descubierto cuando visitabas a tu polola o salías arrancando de la oscuridad escuchando la canción “el de la botas negras”, bueno esta es una jugosa historia comentada en el aire de una oficina. Dicen que cierto canario tuvo que salir a recorrer los viejos techos de algunas casas de la población donde tenía su segundo nido, para no ser descubierto y muerto por unos tiros de escopeta.

Fue en una ocasión que Hortensia me recibió en el gym del amor, ubicado en las céntricas poblaciones de Santa Cruz, donde usábamos el ring de cuatro perillas, ese que soporta los violentos rounds de las frías noches de invierno de nuestro valle colchagüino. En esta ocasión no todo salió como lo teníamos programado como las visitas anteriores, para el entrenamiento de cardio que programábamos unas cuantas veces a la semana.

Tuve que salir corriendo y dejar el ejercicio a medio terminar ya que solo sentimos que alguien estaba llegando a casa, Uds. se pueden imaginar quien era, llego antes de lo previsto, pero volviendo a lo nuestro tuve que salir así tal como Dios nos envió a este paraíso terrenal, si es que por ahí me escondí en el jardín hasta poder salir seguro al auto que deje estacionado cerca, suerte que cuando llegue a casa esta se encontraba vacía, si es que me dije de esta me salve y quede pensando si volvería a retomar esta aventura, cuento corto cuando nos volvimos a vernos determinamos dejar las cosas como estaban y cada uno tomar rumbos diferentes.

Bueno después de esa vez que conversamos no volvimos a encontrarnos y menos recordé que había dejado mi ropa en casa esa vez, si con el susto que me pegue que iba andar reclamando y lo que yo no quería era complicarlas cosas. En fin eso fue lo mejor aunque de repente me entra el demonio y recuerdo esas excitantes aventuras. Si vamos a lo más concreto esto termino con un simple hecho que les puede suceder, recuerdo que cierto domingo tuve que salir a realizar las compras en la feria y en esa ocasión encontré todas mis pilchas tiradas en un puesto de ropas usadas, solo quedo nada más que reír.

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