El invierno se adelanta. Y con él, también lo hacen los virus respiratorios que año tras año ponen a prueba no solo la capacidad del sistema de salud, sino también nuestra responsabilidad como ciudadanos.

Por Jaime Gutiérrez, Director del Servicio de Salud O’Higgins

Este 2025, desde la Región de O’Higgins hemos decidido anticiparnos: iniciamos la Campaña de Inmunización contra la Influenza, el COVID-19 y el Virus Respiratorio Sincicial (VRS), porque sabemos que cada semana cuenta, y que cada vacuna puede marcar la diferencia entre una recuperación en casa o una hospitalización de alto riesgo.

Nuestro llamado es claro: necesitamos que los grupos prioritarios —adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, personal de salud, de educación, trabajadores del rubro avícola, cuidadores y niños pequeños— acudan cuanto antes a sus centros de salud. La red asistencial está preparada. Contamos con vacunas disponibles en hospitales -incluso este año se incorporaron los hospitales de mayor complejidad como Rancagua, San Fernando, Rengo y Santa Cruz-, Cesfam y postas de toda la región, desde las comunas más urbanas hasta las más rurales. Pero esta campaña no se gana desde los escritorios ni con cifras optimistas: se gana en el territorio, con el compromiso activo de la comunidad.

Este año tenemos la meta de inmunizar a más de 500 mil personas en O’Higgins. No es un desafío menor, pero sí alcanzable si todos hacemos nuestra parte. Y aunque las cifras actuales son alentadoras —incluso por sobre el promedio nacional—, no podemos confiarnos. Las comunas con mayor densidad poblacional como Rancagua, San Fernando y Machalí siguen mostrando menores porcentajes de cobertura, y eso representa un riesgo sanitario real.

Debemos entender que vacunarse no es solo una medida de cuidado individual; es un acto de responsabilidad colectiva. En salud pública, cuando una persona se vacuna, también está protegiendo a quienes no pueden hacerlo por condiciones médicas, a los más vulnerables y a quienes están en contacto diario con muchos otros. Esa es la verdadera fuerza de la inmunización: la protección en red.

Vacunarse es también un acto de confianza en la medicina, en la ciencia y en la capacidad de nuestro país de anticiparse a lo que viene. Las vacunas son seguras, efectivas y salvan vidas. Así lo ha demostrado la historia, y así lo confirma cada invierno que logramos enfrentar con mayor preparación y conciencia.

Desde O’Higgins, hacemos un llamado con sentido de urgencia, pero también con esperanza: si cada persona elegible se acerca a su centro de salud, si cada familia entiende que esta campaña es una prioridad, y si cada institución apoya esta labor, entonces estaremos mejor preparados. No solo como sistema de salud, sino como región.

Hoy, más que nunca, vacunarse es cuidarnos. Y el momento de hacerlo es ahora.