La ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, valoró el apoyo transversal de la iniciativa que pone en el centro los derechos de niños, niñas y adolescentes.

El Gobierno celebró el despacho de la nueva ley de adopción, tras 12 años estancada en el Congreso, lo que fue posible gracias a acuerdos transversales con todos los sectores políticos.

La normativa pone en el centro el interés superior de niños, niñas y adolescentes, sus necesidades y su derecho de vivir y crecer en una familia. Además, prioriza la revinculación familiar con plazos acotados, y establece un proceso integral y continuo, que evita extender la espera y fija plazos de entre 12 y 18 meses para el que juez o jueza determine si se revincula con su familia de origen o se vincula con una familia adoptiva.

La nueva ley termina con la rígida prelación al momento de adoptar, equiparando las posibilidades de matrimonios, personas solteras o parejas con acuerdo de unión civil, siendo lo más importante el bienestar del niño o niña. Establece que el niño o niña adoptado podrá mantener contacto con su familia de origen, incorpora posibilidades excepcionales para que familias de acogida que han tenido por periodos extensos a niños y niñas puedan ser familia adoptiva y se perfecciona el delito de obtención ilegal de un niño, niña o adolescente, haciéndose cargo de las adopciones ilegales.

La ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, valoró el amplio acuerdo en el Congreso. “Estamos muy contentos, contentas, orgullosas de que se acabe de despachar la nueva ley de adopción en Chile. Teníamos una deuda tremenda con niños, niñas y adolescentes, especialmente con los más vulnerados, con una legislación que estaba obsoleta y que requería ponerse al día con los distintos avances que ha tenido nuestro país en los últimos años, con la Ley de Garantías de la Niñez y la Adolescencia, que está en pleno proceso de implementación. Quiero agradecer a todos los sectores que han concurrido a este diálogo y a este trabajo transversal. Podemos demostrar que el diálogo y la buena política nos permite ir avanzando en algo en lo que como país teníamos deudas muy importantes. Así que quiero agradecer a todos los sectores que permitieron esto”, sostuvo.

La subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, detalló que esta ley permite “reconocer en este proceso el derecho a ser oído de los niños, que es algo que es nuevo. Adicionalmente a eso, reconocer la importancia que tiene que los niños adoptados puedan conocer sus orígenes. Incluso reconoce la posibilidad de forma voluntaria de que los niños adoptados puedan tener vínculos, y una relación post adoptiva con su familia de origen, cosa que es completamente nueva en el sistema. Los plazos de espera de niños, niñas y adolescentes, podía llegar hasta cuatro o cinco o seis años en el proceso de adopción. Esto se ha reducido a 12 o 18 meses, lo que es una un cambio muy muy significativo. Hoy día en el país ocurren alrededor de 250 adopciones al año y nosotros pensamos que con este proceso esto podría casi duplicarse”.

La ministra Secretaria General de la Presidencia, Macarena Lobos, resaltó que “despachar esta nueva ley de adopción es una señal clara de que cuando el diálogo es genuino y el foco está en niños, niñas y adolescentes sí es posible llegar a acuerdos transversales. Las y los parlamentarios, más allá de sus diferencias, pusieron en el centro el derecho de las infancias a crecer en un entorno seguro y amoroso. Este avance es fruto del trabajo legislativo serio y comprometido, y del rol que como Ejecutivo asumimos para empujar soluciones concretas para las familias chilenas”.

Sobre el despacho de esta nueva ley de adopción, la seremi de Desarrollo Social y Familia, Nayadeth Ahumada Herrera, destacó que “esto no es solo un avance legislativo, es un paso firme hacia una sociedad más justa para las infancias de la región de O’Higgins. Incorporando los principios de la ley de Garantías de la Niñez, esta reforma estructural pone en el centro el interés de los niños y niñas, no en los adultos; transforma un sistema que durante años ha perpetuado la desprotección y la fragmentación”.